El de los bolos es el juego tradicional de más relevancia en la historia de Asturias. De muy antiguo origen (el primer documento que se ha conservado sobre los bolos asturianos data de 1495, alusivo a una partida celebrada en el ovetense campo de San Francisco), en los siglos XIX y buena parte del XX está contrastada su popularidad, siendo uno de los principales entretenimientos sociales. Hay referencias de la existencia de centenares de boleras en toda Asturias, con frecuencia situadas junto a las iglesias o en chigres y bares de toda la comunidad.
Los bolos han regresados a Fresnedo, en Cabranes, ochenta años después de que las circunstancias de la época obligasen a cerrar la bolera del pueblo. Alfonso Raffin ha decidido recuperar la instalación que inauguró su abuelo en 1927 y que durante años fue el centro social para los vecinos. «Abrió la bolera cuando hizo la casería. En la planta baja había un llagar casera y arriba era una sala de baile. Todos los vecinos pasaron por aquí», recuerda.
En 1938 su abuelo fue encarcelado y enviado a la cárcel de Oviedo. Cuando volvió «ya no pudo volver a abrir». «La población ahora es mucho menor, solo hay 14 vecinos en el pueblo, y muchos de ellos son nuevos residentes que se han trasladado hace poco al concejo. Mi idea es que todos ellos conviva y se creen lazos. Quiero que sea un lugar de encuentro», afirma.
Raffin le ha dado una vuelta al negocio iniciado por su abuelo. Mantiene la bolera, la parte más importante, y ha convertido la sala de baile en un restaurante. Todo bajo el nombre de Fresnéu Fest. Cada día de la semana tienen distintas actividades, como actuaciones en directo o karaoke. Aunque el principal objetivo es volver a fomentar el deporte asturiano.
Se ha puesto en contacto con la Federación Asturiana de Bolos y su previsión es poder acoger competiciones oficiales. No solo eso, sino que quiere que la modalidad asturiana vuelva a extenderse fuera de las fronteras de la región. «Trabajo con muchas empresas agroalimentarias y mi intención es que puedan venir a Cabranes a organizar convenciones. Nuestra carpa está preparada para acoger a 250 personas y pueden hacerse proyecciones. Paralelamente, les enseñaremos a jugar a los bolos», indica.
La bolera fue inaugurada oficialmente ayer con la presencia de la directora general de Deportes, Aida Nuño, quien destacó la importancia de que se empiecen a recuperar pequeñas boleras. También estuvo el secretario de la federación de bolos, Iván Rivas.
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